Jan Amos Komenský
BIOGRAFÍA
Jan Amos Komenský (nombre en
checo pronunciado), en latín Comenius, derivando actualmente en el apellido
Commentz (Uherský Brod, Moravia, 28 de marzo de 1592 - Ámsterdam, 15 de
noviembre de 1670) fue un teólogo, filósofo y pedagogo nacido en la actual
República Checa. Fue un hombre cosmopolita y universal, convencido del
importante papel de la educación en el desarrollo del hombre. La obra que le
dio fama por toda Europa y que es considerada como la más importante, es la
Didáctica Magna, y su primera edición apareció en el año de 1630. Le dio
importancia al estudio de las lenguas y creó una obra llamada Puerta abierta a
las lenguas.
Se le conoce como el Padre
de la Pedagogía, ya que fue quien la estructuró como ciencia autónoma y
estableció sus primeros principios fundamentales. En su obra ¨Las nuevas
realidades¨, Peter Drucker realza la posición de Comenio como el inventor del
libro de texto, en un intento (exitoso por cierto) de incentivar la autonomía
del proceso formativo para evitar que el gobierno católico eliminara del todo
al protestantismo en la República Checa. ¨Si la gente lee la Biblia en casa, no
podrán confundirse¨ fue el pensamiento de Comenio.
Los grandes aportes
realizados a la Pedagogía, sus viajes por diferentes países de Europa (en
muchos de ellos, invitado por reyes y gobernadores), y la alta preparación y
constancia en su labor de educar, le valieron el título de "Maestro de
Naciones".
Didáctica
Magna
Comenio dividió su obra
Didáctica Magna en tres partes:
Didáctica General (Cáp. 1 –
9)
Didáctica Especial (Cáp. 10
– 14)
Organización Escolar (Cáp.
15 – 33)
Esta obra recoge el
necesario método. Comenio busca la sistematización de los procesos educativos.
Se preocupa de las diferentes etapas del desarrollo educativo y separa por edades
la educación con el fin de colocar los conocimientos en espiral. Habla de la
globalidad de las unidades, aspecto que hoy en día aún se tiene muy en cuenta.
Cada aprendizaje debe formar parte de otro o inducirlo. El autor es el primero
en tener cuenta al alumnado y sus necesidades.
Díaz Barriga, considera un
error atribuir a las pedagogías anteriores al momento que describimos la noción
programas de estudio.
En el siglo XVII, Comenio
utiliza el término Plan de estudios para establecer, como un señalamiento
amplio, el conjunto de temas a trabajar en el sistema escolar. En este sentido,
es un error sostener que en la escuela tradicional "el profesor recibe ya
hechos los programas, que hacerlos es responsabilidad que no le compete…
Entendemos que en lo que se puede denominar "la escuela
tradicional"(siglo XVII a XIX), los planes de estudio son considerados
desde la didáctica como una propuesta de temas muy amplios a desarrollar en el
transcurso de una etapa académica. En cuanto a la noción de programas de estudio,
concluimos que no existe, en este momento, en parte porque las grandes
reflexiones acerca de la Didáctica se dan antes de que se conformen los
sistemas educativos y se establezcan las leyes sobre la obligatoriedad de la
enseñanza, y, en parte, porque desde este pensamiento didáctico se establece la
función intelectual del docente como una función insustituible.
Didáctica General
En el vientre materno se
prepara el cuerpo para ser habitación del alma. En la tierra el alma se prepara
para la vida eterna "Dios creó todo para dárselo al hombre". En ella,
el hombre debe lograr fines secundarios: criatura racional, criatura señor de
las criaturas y criatura a imagen y complacencia de su creador; va a ser
conocedor de todas las cosas, dueño de ellas y de sí mismo y como fin, tendrá
la búsqueda de Dios. Tomemos en cuenta que el hombre, para Comenio, es sabio,
bueno, y tiene una inteligencia con la cual el puede percibir el conocimiento
de las cosas y de Dios. Somos un milagro, estamos hechos a su imagen y semejanza.
Tenemos un esquema del universo, estamos dotados de sentido y siempre estamos
en busca constante de aprender para llegar a una perfección y a ser felices.
Comenio nos habla de la honestidad, y la base de ésta es la armonía. También
nos dice que la religión es una forma de vida, basada en una relación esencial
de una persona con el universo o con Dios.
Nos habla de las
"semillas" de Ciencia, honestidad y religión, que en muchos de los
casos no han dado frutos. Con esto vemos que "el hombre es hombre"
cuando hace lo que tiene que hacer en la vida: ejercicio mental, enseñanza, y
dar a cada quien lo que merece. La formación de la persona se debe de dar en la
infancia, porque allí no tiene bien estructurados los roles que le está
marcando la comunidad; sin embargo en la adolescencia es donde más se debe
enseñar para reafirmar los conocimientos infundidos en la etapa anterior.
Hay que poner mucho énfasis
en el modelo de padres que se tiene, por que por medio de ellos dependerá la
educación que tengan los hijos frente a la sociedad. Los maestros son los
principales moderadores primarios para dicha formación.
Todos los hombres deben ser
bien preparados y educados en su vocación, para esto a algunas personas habrá
que educarlas desde la infancia ya que unas tardan más que otras para poder
asimilar un conocimiento. Pero hay que tomar en cuenta algo importante; nadie
deber ser excluido de una educación ya que es la principal fuente de sabiduría
del propio ser humano. A todos, por consiguiente, hay que tratarlos como se
merecen y no menospreciar a otros que les cuesta más trabajo asimilar una cosa,
por eso también hay que explicar todo de acuerdo a la capacidad de cada
persona. Todos los hombres deben ser encaminados a los mismos fines, son únicos
e irrepetibles, con capacidades y limitaciones con virtudes y habilidades, con
aptitudes y destrezas.
Didáctica especial
"El hombre es la
criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las criaturas”.
Lo fundamental para el hombre, es conocerse a sí mismo como una criatura de
Dios que está hecho a su imagen y a semejanza; con esto nos da un panorama
absoluto de lo dichosos que somos al encontrarnos en esta vida.
Ahora cabe mencionar
"No debemos aprenderlo, sino haberlo aprendido", es decir que todas
las cosas sean siempre bien aprendidas por medio de un hábito y costumbre que
nos lleve a mejorar siempre como persona y como ser humano. Hay que inculcar
buenas costumbres y el arte de formar las mismas, puede expresarse en reglas
diferentes: todas las virtudes deben ser enseñadas, en primer lugar se deben
enseñar las cardinales: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Desde el
primer momento de la infancia se debe dar una buena educación, las virtudes se
aprenden del espíritu y es necesaria la disciplina para prevenir las malas
costumbres. La piedad es un don de Dios y nos viene del cielo, siendo doctor y
maestro de ella el Espíritu Santo.
Organización escolar
Comenzamos con la felicidad
y sus fundamentos para poder enseñar a los adolescentes: se inicia temprano,
antes de la corrupción de la inteligencia, se actúa con la debida preparación
de los espíritus, va de lo más fácil a lo más difícil, se procede despacio con
todo, no se obliga al entendimiento a algo que no le convenga, siempre es por
un mismo método. La cultura-latina es y consiste en la educación general de
todos, se educan virtudes como ya había mencionado antes, no solo se educa a
los hijos de los ricos sino a todas las clases sociales. No es necesario que la
escuela esté llena de gritos o golpes, debe necesariamente tener vigilancia y
atención para todos sin ninguna excepción. La disciplina más rigurosa no debe
emplearse con motivo de los estudios sino para la corrección de las costumbres.
La academia es el más
elevado conocimiento y de desarrollo para la persona estudiante, sus
procedimientos son fáciles y prácticos, siempre buscan ir al fondo de las
cosas, jamás se quedan con la primera impresión, son sabios y se ilustran en
los libros. Hay una gran necesidad para reformar las escuelas y se sugieren los
siguientes puntos:
Método de enseñar alcanzando
la perfección
Ensayos de los inventores
del arte tipográfico
Producir vastos ejemplares
No ser semejantes por sus
características
Elegancia y primor
Revisar y corregir
En papel fuerte para que no
se corra la tinta.
En su didáctica magna, hace
una reforma de la organización escolar, distingue cuatro escuelas muy parecidas
a las actuales:
- La escuela maternal: Sería
la comparación a la guardería, que en total llegan hasta los 6 años. En esta el
autor dice que se deben enseñar las ciencias.
- La escuela elemental: Es
el equivalente a primaria (hasta sexto) que llega hasta los 12 años. En la
época del autor, era obligatoria igual que en la actualidad. En ella se enseña
una instrucción general y virtudes. Se cultiva la inteligencia, la memoria y la
imaginación.
- La escuela latina o
gimnasio: lleva de los 12 a los 18 años, lo que nosotros estamos en el
instituto. Sirve para preparar a los alumnos para estudios superiores. Cuando
acaban esta escuela los alumnos realizan un examen para comprobar quienes son
aptos para entrar en la academia. Este examen es muy parecido al de
selectividad.
- La academia: de los 18 a
los 25 años, es muy parecida a la universidad, lo único es que ahora hay
carreras que no duran tanto tiempo y gente que no tarda tanto o que tarda más
que hasta los 25 años en aprobar. El Estado concedía becas como hace ahora.
Comenio introduce una
innovación: El estudio de las mujeres, ya que estas, reconoce, son tan o más
inteligentes que los hombres, también incluye la educación para las mentes
menos capacitadas, ya que estas son las que más ayuda necesitan para llegar,
aunque sea, a aprender costumbres. Intenta que el estudio empiece en una cosa
sencilla y esta te lleve a una más compleja.
También intenta que la
educación sea razonada que los alumnos antes de preguntar reflexionen sobre
ello. La educación debe llevarles a la libertad, el gozo de vivir y la dicha.
A lo largo de la historia de
la humanidad, el análisis de las necesidades del hombre ha ocupado un lugar
importante que aún conserva. Si bien éste análisis ha abarcado diferentes
campos de la vida humana, el área que aparenta ser el centro, es la Educación.
Y si bien ha habido interrupciones en la constitución del discurso pedagógico
moderno, no podemos ignorar que las mismas han servido como momentos de
observación y reflexión para la configuración de un nuevo discurso basado en
los anteriores. Desde Comenio, la discusión sobre la escuela transcurrió por
diferentes caminos, pero siempre se coincidió en la necesidad de educar al
hombre para la sociedad en que vive.
Es así que vemos a Comenio
presente hoy a través de la simultaneidad, la universalidad de la educación, y
la alianza escuela-familia. Para este hombre, el único modo de que el individuo
llegue a ser un hombre genérico y logre alcanzar la perfección es que no quede
hombre sin llegar al saber erudito y es la escuela el vehículo por excelencia
que está en condiciones históricas y tecnológicas de transmitirlo. Él promovió
la reforma educativa a partir de un supuesto básico considerando que dado un
alumno, un docente y un contenido, se podía modificar al alumno aplicando un
método para acercarlo a un ideal socialmente aceptado. Como observador de la
realidad de su época, calificó a las escuelas como “mataderos de mente” y su
propuesta de cambio se fundamentó en tres premisas fundamentales: orden y
método, facilidad para aprender y enseñar y solidez en todos los campos. Es por
esto que su Didáctica Magna se transformó en la “caja de herramientas” de todo
docente. Cambió los castigos físicos por el amor y la comprensión, determinó la
necesidad del aprendizaje gradual y estandarizó la importancia de considerar a
la educación como un proceso que abarca toda la vida del individuo. Es aquí
donde cabe analizar a quienes Comenio consideraba “alumnos”.
Su propuesta era para
“todos, todo y totalmente” como ya se citó al comienzo. Puede tomarse como
demasiado amplio su concepto, pero en realidad observamos que su “todos”, era
todos los niños sin deferencia de sexo, condición social o edad. Su “todo” era
lo que el alumno necesitaba para su vida de infante y su “totalmente”
involucraba al hombre íntegro considerando su vida intelectual, espiritual y
física.
La escuela es pensada por
Comenio, basada en una alianza escuela-familia, que imparte conocimientos
estandarizados por medio de un libro único, que, a través de un método,
instauraría una nueva forma social esencial en la vida de todo ser humano.
Sin embargo, muchos años
debieron pasar para que sus ideas se vieran plasmadas en las escuelas, que
recibían al cuerpo infantil desplazado del seno de la familia, considerada
incapaz de llevar adelante la tarea de educar. Este traspaso se basaba no sólo
en esa incapacidad, sino también en que los niños aprenden mejor con otros
niños y en manos de personas especializadas en el arte de educar: los maestros.
Dijo Comenio “...la escuela debe ser un grato preludio de nuestras vidas...”.
Y el discurso pedagógico
siguió su curso, entre interrupciones y grandes cambios para llegar a nuestros
días y encontrarse actualmente pasando un momento de transición que requiere de
todos: Estado, docentes, alumnos, padres, etcétera.
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