martes, 6 de noviembre de 2012

JHON DEWEY

1859-1952




BIOGRAFÍA

Nacido en Burlington (Vermont) EE.UU, Dewey se graduó en Artes en la Universidad de Vermont en 1879 y se doctoró en Filosofía en la Universidad de John Hopkins en 1884. 

Dewey inició su carrera en la Universidad de Michigan, donde enseña entre los años 1884 y 1888. Más tarde es profesor en las universidades de Minnesota, Chicago y Columbia desde 1904 hasta su jubilación como profesor emérito en 1931.

Durante su residencia en Chicago, Dewey se interesó en la reforma de la teoría y de las prácticas educativas. Contrastó sus principios educativos en la famosa escuela laboratorio de carácter experimental, denominada Escuela Dewey, instituida en la Universidad de Chicago en 1896. Su trabajo y sus escritos influyeron significativamente en los profundos cambios experimentados en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX, manifestados en el cambio del énfasis de lo institucional y burocratizado a la realidad personal del alumno. 

Activista político, defendió los planteamientos progresistas, algunas veces radicales, respecto de los asuntos internacionales y de los problemas económicos. Murió el día 1 de junio de 1952.

APORTE PEDAGÓGICO

La influencia de John Dewey ha sido notable en el campo de la educación norteamericana. Su obra es de pretensiones lógicas, morales, sociales y psicológicas. En cuanto a la lógica Dewey afirma el principio del practicalismo según el cual una teoría científica o filosófica será verdadera en cuanto sea verificable. Por lo que se refiere a la moral y a las ideas sociales.

Dewey piensa que el progreso humano será tanto mayor cuanto más el hombre sea capaz de dominar la naturaleza. Se ha hecho notar que en este aspecto Dewey está más cerca de Marx. 

Dewey piensa que este progreso se realizará según los principios de la democracia en la cual se ve una defensa necesaria del individualismo, de la libertad y la tolerancia. En cuanto a la psicología, Dewey se muestra claramente materialista cuando acepta las doctrinas conductivistas que reducen el pensamiento humano a la conducta humana a las condiciones físicas, ambientales y sociales. Para Dewey no existe ni tan sólo la verdad relativa en que creyeron los primeros pragmatistas. Para él, la verdad se reduce a la investigación, una investigación que se sabe progresiva, infinita e interminable.

Dewey pensaba que lo ofrecido por el sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación adecuada para la vida en una sociedad democrática. Consideraba además, que la educación no debía ser meramente una preparación para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno sentido en su mismo desarrollo y realización. Criticó la educación que enfatizaba tanto la diversión relajada de los estudiantes, como el mantenerles entretenidos sin más, así como la orientación exclusiva hacia el mundo profesional.


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